Privé
2024-2
/Eva Germani
«Me encantan las telas, me gusta cómo delimitan el espacio, cómo las acaricia la luz, creando sombras suaves. También es un interesante ejercicio imaginativo: todos vemos la misma tela blanca tejida con flores de cerezo, pero nadie tendrá la misma idea de lo que hay detrás. Lo visible es igual para todos, lo invisible será diferente para cada uno porque es una proyección de nuestro espacio interior, de nuestras fantasías, de nuestra intimidad privada. Y es precisamente lo que no se ve, precisamente lo que no se ha pintado lo que me fascina y me interesa».